A toda persona con una enfermedad en estado terminal se le prescribe compañía, amor y acercamiento familiar. Esto ha entrado en conflicto durante el Covid-19, donde el aislamiento ha sido la orden del día. Sin embargo, la Sociedad Española de Cuidado Paliativos (SECPAL), ya se ha pronunciado al respecto y ha dicho que “No deberíamos permitir que ninguna persona muera sola”. 

Entonces, la pregunta que nos hacemos es… ¿cómo hacerlo de la forma más segura y prudente cuando se trata de un paciente con Covid-19 durante su etapa terminal? 

En este artículo hemos reunido algunas sugerencias y recomendaciones.

Sugerencias en el manejo de la disnea 

Una de las consecuencias mayormente asociadas al Covid-19 es la aparición de la disnea o dificultad respiratoria. Esta puede ir desde muy leve hasta bastante grave, ocasionando un shock séptico. Lo importante en estos casos es controlar la angustia y la ansiedad que pueden sufrir los pacientes tras enterarse que se han complicado con el Covid-19 y que no podrán contar con el apoyo presencial de sus familiares. 

Una de las medidas mayormente empleadas para controlar los estados de angustia y ansiedad, en los pacientes con Covid-19 en estado terminal es administrar fármacos calmantes; responsablemente con la autorización médica. A continuación algunas sugerencias: 

  • Asegúrese de que se han puesto las medidas paliativas básicas antes de tomar la decisión de administrar cualquier fármaco.
  •  Facilite la dosis médica recomendada de tranquilizantes para el manejo de angustias y problemas respiratorios.
  • Es necesario utilizar estos medicamentos responsablemente con una dosis mínima y eficaz, que proporcione alivio sin que el paciente se pierda en el ausentismo total. 
  • Reporte cualquier reacción del paciente a la autoridad médica más cercana; ya sea una enfermera o un médico. 

Recomendaciones en la comunicación entre el cuidador y el paciente 

En un momento en que el acompañamiento está restringido, el cuidador del hospicio resulta ser el enlace entre el paciente y su cuidador primario. Por eso la labor de este último es muy importante y se deben tomar en consideración las siguientes recomendaciones: 

  • Conservar siempre las precauciones de seguridad profesional necesarias antes de acercarse a conversar con el paciente.
  • El cuidador debe ser precavido, pero también debe facilitar la serenidad al paciente, disminuyendo su propia ansiedad al hablar de temas relacionados con el proceso de la enfermedad terminal.
  • Más que de conversador, el papel del cuidador es de “oyente”, poniendo siempre en práctica estar atento a lo que dice el paciente, para facilitar la expresión de sus sentimientos.
  • Captar con atención y respeto los mensajes que el paciente tenga para sus familiares y transmitirlos. 
  • Asegurar su compañía hasta el final con una actitud alegre y esperanzadora. 
  • Facilitar, en lo posible, equipos tecnológicos que permitan la comunicación entre el paciente y sus familiares. 
  • Facilitar rituales de despedida, dentro de lo posible, utilizando equipos tecnológicos.
  • Comunicar a los familiares personal y directamente la situación de salud del paciente y darle la noticia de su fallecimiento cuando llegue ese momento. Trate de evitar dar este tipo de comunicación vía WhatsApp o mensajes de textos. 

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